Una amiga me dió hace días varias cintas de raso y decidí darle un toque diferente a la diadema de su hija, y quedó bien, así que eso me ha animado a hacer más, con variantes, mezcla de texturas y colores.
Para cualquier ocasión, sus cabecitas lucen preciosas.
Y estos son algunos de los coleteros, de madroños, de falla o de raso.
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